Todos los años durante la primer semana de enero, escuchamos una variedad de buenas intenciones que a manera de reflexión de las acciones del año pasado y con la esperanza que un nuevo ciclo sirva como “borrón y cuenta nueva”, se escriben y se ponen en marcha durante pocos días, una vez que los malos hábitos requieren más que un “buen propósito” para erradicarse.
Mis propositos:
- Mejorar mi rendimiento dentro de la universidad.
- Mejorar como persona
- Organizarme mejor.
- Mejorar mis calificaciones.